domingo, 18 de mayo de 2008

La Vida Misma

Para arreglar el cosito

Cuando pasan cosas como anoche en vez de sentirme FELIZ, siento esa angustia, mejor dicho, esas angustias. Con Rosi ya lo habíamos hablado una vez: "¿viste eso que sentís cuando estás tan contenta, esa felicidad que te pone triste sin razón alguna?"
Anoche empezó el cosito ese que siento que es un verdadero dolor físico. Me preguntaron: "¿qué te pasa? te quedaste de golpe con una mirada rara". Y traté de explicar: esa angustia de sentir que no hay futuro. Parezco exagerada. Pero también explique por qué lo siento, y parecí aún más exagerada. Yo le dije: no puedo evitarlo, no quiero pensarlo pero lo pienso.
Traté de olvidarme, pero por cada oportunidad -de lo que sea- que dejaba pasar, recordaba "Laurita: no hay tiempo" y trataba, trataba de actuar: hacerle caso a los impulsos, a lo que siento, a lo que quiero.
¿Solución? Esa segunda angustia. Esa que me mata pensando en que nada de lo que quiero lo voy a conseguir, y que más allá de lo intente y re-intente no sucederá. Porque ya ha pasado. Intento creer en la confianza, en la energía, en los buenos pensamientos, en el destino, enloquesea y sin embargo ninguna de esas cosas que yo quiero o busco se dan.
Al principio muchas cosas pueden tener poca importancia, pero con el tiempo se vuelven preocupantes. No paro de preguntarme, entonces, qué es lo que hago mal. Cuál es la razón por la cual nunca puedo estar del todo bien como yo quiero, sin conformarme con lo que me dan. Nunca, nunca alcancé alguna de mis metas. Y cuando lo analizo, lo analizo muy profundamente, me preocupo. Pero no se cómo arreglarlo.



Espero ahora sentir que la cosita no esté más.