jueves, 28 de febrero de 2008

Payasos y Manos Libres

Un lugar, una vida, una música. Movimientos descontrolados, me desprendo de mi y nazco yo. Frente al mundo sólo me visto con la mirada, mis ojos miran pero no ven. Así como mi alma siente y no cree, quiero volver al cuerpo que dejé. Pero no puedo. No me lo permiten. Órdenes que decidí aceptar. Sonrisas y carcajadas. Y vuelvo a despedazarme en mil partes y a bailar. A gritar. A sentir y creer. Tratar de creer. Las órdenes me liberan y me lanzo al viento. ¿Qué estaré haciendo en el mundo vulgar? Siento que cada energía, que cada parte de mi se va. Se escapa. Es libre. Y yo continúo despedazada, continúo bailando, continúo desapareciendo cada vez que me dan más libertad, cada vez que me alejo de mi cuerpo, que lo dejo con la música, con el mundo, con la vida, con la elección de ser o no ser.