martes, 4 de marzo de 2008

Cuaderno Azul, meses y años.

Algo que me pasó hace poco, que también me pasó hace mucho, que de una u otra manera me sigue pasando. No es más que una historia más entre muchas historias, una historia resumida, cortita, larga, sin principio ni final. Ya no tengo ni miedo ni vergüenza ni nada, y aprovecho de una vez por todas contar lo que hace poco me preocupó, y que ahora me hace feliz.
Otro final feliz entre tanto odio.






[...]
Algo más pasó el viernes y no sé por qué lo veo como algo peor. Es algo que me tiró para abajo completamente y me hiso abrir los ojos. Pero hay que contar algunas cosas primero...
En el año 2006 (y antes también), mi cuerpo empezó a molestarme mucho y a enfermarme. Comenzé a buscar por internet a esas personas que sentían lo mismo que yo, y las encontré. Cientos de chicas "pro ana" o "pro mia" que contaban en blogs y fotologs lo que les pasaba. Las leía, a algunas les firmaba y a otras las agregué al msn y me hice amigas. Abbi y Car entre ellas, que me siguen acompañando con llamados, con firmas, con chats, con risas, con confidencias. Como amigas, verdaderas amigas...
Mientras estuve en ese infierno, me pasaba horas leyendolas. [...] pero de a poco me alejé. A algunas no dejé de hablarles o leer, y una de ellas es Ale. El jueves, quién sabe por qué, le firmé contandole que siempre la leo, que me encanta hacerlo, que me da fuerzas para no volver a caer, que la admiro por querer salir de aquel mundo. Ella escribía siempre que no aguantaba más, que quería salir, que sentía que se moría, pero que quiere vivir. Me devolvió la firma enseguida: "gracias, con que ayude a una persona ya me alcanza". Y al otro día, tuvieron que internarla. El corazón le latia muy lento. Se estaba muriendo. Y tal vez esa era la última vez que escribía, que yo la leía...¿Y ahora? No sé. No sé cómo está, qué le pasa. ¿Vive? ¿Murió? ¿Se recuperó? Pienso constantemente en que yo me podría haber levantado un día y no comer, y al otro día igual...y pienso que teniendo las fuerzas suficientes, podría ser yo quien siente que se muere de hambre. Muerte. Podría estar muriendome y sin embargo estoy acá. Sufro por muchas cosas. Pero estoy acá. Y sigo sin darme cuenta de la magnitud de lo que pensaba, de lo que buscaba (y que a veces me levanto con ganas de volver a buscar), de lo que podría llegar a ser yo ahora. Muerte. Morirme. Me parece un extremo, un chiste, algo imposible. Y sin embargo Ale empezó como yo, y ahora no sé si vive...
Estoy bien, o viva, por ser demasiado débil, o demasiado conciente, o demasiado controlada, o demasiado sana...







Eso lo escribí un mes atrás más o menos. Hace unos días Car me mandó un mensaje contandome de que Ale volvió, posteó una foto más, decidió alejarse y está recuperándose.